Protestas tras balotaje: ciudadanos exigen auditoría ante presunta manipulación

20 de octubre de 2025. – Miles de ciudadanos en varias ciudades de Bolivia han salido a las calles para protestar contra los resultados preliminares del balotaje presidencial del domingo, en el que Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), obtuvo aproximadamente el 54 % de los votos frente al 45 % del Jorge “Tuto” Quiroga de la alianza Libre, según el sistema de resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Las manifestaciones se registraron en al menos cuatro departamentos: Santa Cruz de la Sierra, Cochabamba, Oruro y Sucre. En Santa Cruz, por ejemplo, grupos de manifestantes encendieron neumáticos y protagonizaron bloqueos en la rotonda del Cristo Redentor mientras exigían una auditoría internacional del recuento de votos. En Oruro ocurrió un cruce entre simpatizantes de la fórmula ganadora y grupos de la alianza derrotada, con quema de banderas y acusaciones de manipulación electoral.

Mientras tanto, el TSE rechazó cualquier manipulación de los resultados. El presidente interino del organismo, Óscar Hassenteufel, señaló que “la palabra fraude debía ser desterrada de Bolivia” y afirmó que no existe la “menor posibilidad” de alteración de actas o manipulación de datos. Asimismo, el vocal del TSE, Gustavo Ávila, indicó que cinco informes de misiones internacionales de observación electoral avalaron que el proceso fue seguro, transparente y confiable.

El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, confirmó que existieron “altercados aislados” luego del balotaje y pidió a la población respetar la voluntad popular expresada en las urnas.

Las demandas de los manifestantes son claras: auditoría del proceso electoral, transparencia en el recuento oficial de votos y un escrutinio que refleje fielmente la voluntad popular. Muchos de ellos aseguran sentirse “engañados” o “no representados” por los resultados preliminares, y advierten que podrían intensificar sus protestas si no se atienden sus peticiones.

En este contexto, la jornada de protestas marca un capítulo de tensión en medio de un cambio político significativo en Bolivia: tras casi dos décadas de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS), el triunfo de Paz representa un nuevo rumbo. Sin embargo, la legitimidad del proceso es puesta en duda por sectores que exigen mayor fiscalización y participación ciudadana directa.

Los próximos días serán clave: el TSE avanza con el cómputo oficial de los votos y debe resolver las dudas generadas. Al mismo tiempo, los movimientos de protesta han anunciado que vigilarán los resultados y podrían elevar la presión si no se accede a una auditoría o verificación independiente.

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